miércoles, 12 de enero de 2011

RESISTENCIA A LOS ANTIBIOTICOS: UN MANDATO PARA EL CAMBIO

Existe la necesidad urgente que mejoremos el uso de los antibióticos, la cual esta fundamentada en cuatro verdades. La primera es que los antibióticos no están siendo usados adecuadamente. La segunda es que el mal uso de los antibióticos afecta negativamente cada vez más a los pacientes y a la sociedad en general. En  tercer lugar, el mejorar el uso de los antibióticos mejoraría los resultados en los pacientes y le ahorraría dinero. Y, por último, mejorar el uso de los antibióticos es un verdadero imperativo de salud pública.
El hecho de que los antibióticos están siendo mal empleados no es nada nuevo. Hay innumerables estudios tanto en pacientes hospitalizados como en pacientes manejados ambulatoriamente, que demuestran la prescripción de antibióticos de forma subóptima o inadecuada. En los centros de atención ambulatoria, aproximadamente la mitad - 50% - de todos los antibióticos prescritos son innecesarios o inapropiados. Lo sorprendente de esto no es sólo la cifra del 50%, sino el hecho de que este resultado es casi idéntico a lo que encontramos con el uso de antibióticos en pacientes hospitalizados.
La inadecuada utilización de los antibióticos en nuestras instituciones de salud tanto públicas como privadas, son porque se utilizan cuando no son necesarios, se continúa su uso cuando ya no se necesitan, se utilizan dosis incorrectas, se emplean agentes de amplio espectro contra infecciones por bacterias que son muy sensibles a antibióticos comunes, se hace una selección incorrecta de antibiótico para tratar una infección en particular, o se usan combinaciones de estos en forma inadecuada.
Es importante tener en cuenta que el uso inadecuado de los antibióticos tiene efecto adverso diverso no solo en los pacientes, sino también en la sociedad. Por ejemplo, la infección por Clostridium difficile. En los EEUU hay una creciente epidemia de infecciones debido al C. difficile, infecciones que pueden conducir a resultados muy graves. El factor de riesgo mas importante para el desarrollo de la enfermedad asociada al C. difficile es la exposición a los antibióticos. [1]
También es importante señalar que el uso inadecuado de los antibióticos conduce a la aparición de resistencia bacteriana a los mismos, lo cual no distingue entre estratos sociales, religiosos ni raciales.
Resultados de estudios en ambiente de atención ambulatoria, han demostrado que la exposición a un antibiótico puede aumentar el riesgo de cada paciente de contraer una infección resistente a estos fármacos hasta cuatro veces.
Por otro lado, estudios similares hechos en centros hospitalarios demuestran un incremento de hasta 15 veces el riesgo de desarrollar infecciones por Enterobactericeae resistentes a los carbapenem en pacientes que habían recibido carbapenémicos, lo que demuestra que el uso indiscriminado o con poco criterio de los antibióticos en realidad conducen al incremente de resistencia bacteriana en pacientes individuales. Esto es tan importante, no solo porque aumenta la resistencia, sino que también los efectos adversos, incluyendo la mortalidad.
Estos estudios han demostrado como ante la presencia de una infección a germen resistente a los carbapenémicos, se incrementa la posibilidad de morir por esta causa en 4,5 veces.
Así mismo, el mal uso de los antibióticos afecta negativamente a cada paciente, manifestado como efectos adversos. Esto es apoyado por un estudio realizado durante el 2008 en los EEUU, donde se cuantificaron alrededor de 142.000 visitas a las Emergencias de los centros de salud, debido a eventos adversos a los antibióticos. [2] 
A pesar de que en 2005 la OMS decreta la Resistencia Bacteriana a los Antibióticos como Problema de Salud Pública, ahora mas que nunca debemos retomar las banderas para trabajar en mejorar el uso de ellos.
Entonces existe la necesidad de mejorar el uso de antibióticos no sólo para ayudar a los pacientes hoy en día, sino también para ayudar a los pacientes en un mañana próximo, preservando la eficacia de los antibióticos existente y de los nuevos cuando los consigamos.
  Estadísticas norteamericanas señalan que la mitad de los antibióticos prescritos en ese país, se hace en pacientes de manejo ambulatorio, sobre todo en pacientes con Infecciones de Vía Aérea Superior. [1] Más del 50% de las prescripciones en el ámbito ambulatorio son para Infecciones de Vía Aérea Superior, tales como sinusitis, faringitis, bronquitis y resfriados no específicos.
Otra tendencia evidenciada es la disminución del número de recetas por episodio de Infecciones de Vía Aérea Superior. Así como, un creciente abandono del uso de antibióticos de bajo espectro, por la utilización de antibióticos de amplio espectro, macrólidos de segunda generación, cefalosporinas de segunda, tercera y cuarta generación, e incluso de fluoroquinolonas.
En los EEUU, se prescribe antibiótico en un 70% de las visitas por Infecciones  aguda de la Vía Aérea Superior.
Existe una gran variedad de motivos, por el cual los médicos pudieran estar sobreprescribiendo antibióticos en estas patologías. Dentro de estas razones encontramos, que cada vez mas el paciente exige una razón del porque no se le indica algún antibiótico para su proceso agudo. Generalmente ocurre, porque tanto el paciente como muchas veces el médico tienen la idea errónea, que cuando la secreción nasal cambia de aspecto y se torna verde en el contexto de un resfriado común, esto implica una infección secundaria, lo cual hace necesario la prescripción de antibiótico. En realidad, en la mayoría de los casos esto no es cierto, y no es necesaria la antibioticoterapia. Por otro lado los pacientes demandan el uso de algún antibiótico, con la falsa idea de que esto le ayudará a acortar la evolución de la enfermedad y podrán reintegrarse mas rápido al trabajo.
Desde otra óptica lo puede ver el médico, al considerar que pudiera defraudar a su paciente al no indicarle un antibiótico, y disminuir el puntaje de satisfacción del paciente en relación a la atención prestada, o lo puede perder de su consulta por esta causa. Sin embargo, si el médico se tomara el tiempo necesario para explicarle al paciente, el porque no es necesario el empleo de un antibiótico en todos los casos, estos mantendrían la confianza del mismo y seguirían en su consulta. También se presentan otros pacientes donde el diagnóstico no está claro, y se requeriría mayor tiempo y estudio para el correcto diagnóstico.
El ambiente hospitalario tiene su particularidad, pues a el no ingresa un paciente exigiendo que le coloquen tal o cual antibiótico, en este el problema es con los prescriptores de antibióticos, quienes los emplean muchas veces con un criterio errado o sin el inclusive. En este caso, existe la experiencia de muchos años, en centros hospitalarios, donde se ha constituido una comisión multidisciplinaria para el correcto manejo de los antibióticos, sin embargo las exigencia iniciales para conformar este equipo, lo han hecho poco viable, pues no en todos los centros se cuenta con especialistas para ello, una estrategia sería el contratar por horas a algún especialista o involucrar a las personas miembros de dicho centro que muestren interés por el tema y darle un entrenamiento pertinente.
En fin, la resistencia a los antimicrobianos es un problema creciente a nivel mundial. Por primera vez desde 1940, estamos en peligro real de volver a la era preantibiótica. Me preocupa, que nos estamos acercando a un momento en que nuestros hijos, no cuenten con los antibióticos cuando los necesiten, porque la batería de antibióticos actualmente es escasa. Tenemos que hacer todo lo posible para preservar nuestro arsenal terapéutico actual. Por tanto, ofrecemos una alternativa de comprobada efectividad y eficacia en el tratamiento de aquellas afecciones infecciosas donde los antibióticos han dejado de hacer efecto y la calidad de vida del paciente se ha deteriorado a lo largo de los años, con el padecimiento de Infecciones Recurrente o a gérmenes resistentes, a través del Programa Inmunoterapéutico con AUTOVACUNAS.
Referencias:
1.      Chang HT, Krezolek D, Johnson S, et al. Onset of symptoms and time to diagnosis of Clostridium difficile-associated disease following discharge from an acute care hospital. Infect Control Hosp Epidemiol. 2007;28:926-931.
2.      Shehab N, Patel PR, Srinivasan A, Budnitz DS. Emergency department visits for antibiotic-associated adverse events. Clin Infect Dis. 2008;47:735-743.

1 comentario:

  1. Muy interesante el articulo sobre el uso y abuso de los antibióticos en multiples tratamientos y particularmente sobre las patologías de las vìas superiores. Por nuestro lado (Farmacéuticos), tenemos un estricto control en la dispensación de antibióticos a nivel de los establecimientos farmacéuticos (Farmacias), mediante medidas de cumplimiento obligatorio emanadas del Ministerio Popular para la Salud. Este comentario oportuno, se debe divulgar para lograr un mayor acercamiento y acuerdos institucionales entre el Prescriptor (médico) y Dispensador (Farmacéutico.

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