Se trata de un cuadro clínico caracterizado por un grupo de síntomas que mezcla varias patologías, involucrando tanto la vía respiratoria superior como la inferior.
Su inicio puede ser una afección tipo rinitis, que se complica con sinusitis y desencadena una crisis de asma bronquial, o simplemente una rinitis como preámbulo a la crisis asmática o bien puede ser su inicio una reagudización de la sinusitis.
Entonces el cuadro clínico inicial dependerá de la afección primaria. Así pues, si comienza con una rinitis, entendiendo esta como la inflamación del tejido que recubre la mucosa nasal, la cual podrá ser de origen alérgico o infeccioso, se caracterizará por la presencia de estornudos, prurito o piquiña nasal, del paladar, faringe y ojos, obstrucción y secreción nasal, en ocasiones también anosmia o pérdida del olfato, pudiendo presentar también cefalea y tos, jadeo, irritabilidad, depresión, hiporexia e insomnio. Es así como este cuadro clínico puede prolongarse con tos seca, disnea y aparición de sibilantes, característicos de una hiperactividad bronquial que desemboca en crisis de asma.
En ocasiones, cuadros repetidos de rinitis predisponen y evolucionan a sinusitis, aguda en un principio pero cuando persiste por más de 3 meses se cronifica.
La sinusitis no es más que la inflamación de la mucosa de los senos de la cara, con mayor frecuencia los paranasales, aunque también compromete los senos maxilares, etmoidales, esfenoidales y frontales. Puede ser aguda y si se prolonga por más de 3 meses se cronifica. El cuadro clínico se caracteriza por halitosis o mal aliento, anosmia o pérdida del olfato, congestión y rinorrea, disfagia o molestia para tragar y goteo retronasal, tos que empeora por la noche, fatiga y malestar general, dolor de cabeza, tipo presión, dolor retroocular, dolor de muela o sensibilidad facial, y al igual que en la rinitis, puede evolucionar a un estado de hiperreactividad bronquial, asma y hasta infección respiratoria de las vías aéreas bajas, tipo bronquitis.
La bronquitis es la inflamación de las vías aéreas hacia los pulmones, cuyo origen puede ser compromisos infecciosos en nariz, senos de la cara y/o garganta, de etiología viral, bacteriana o micótica. Se caracteriza por molestia en el pecho, tos que produce moco, que puede ser amarillo-verdoso como signo de infección bacteriana, cansancio, fiebre, disnea, sibilantes, desencadenando un cuadro de asma.
El asma es una enfermedad crónica del árbol bronquial, que se caracteriza por una hiperreactividad de las vías aéreas, es decir, un incremento en la respuesta broncoconstrictora del árbol bronquial. Los síntomas más característicos del asma bronquial son la disnea o dificultad respiratoria, de intensidad y duración variable y con la asociación de espasmos bronquiales, habitualmente acompañados de tos, secreciones mucosas y respiración sibilantes, en algunos pacientes los síntomas persisten en un nivel bajo de intensidad, mientras que en otros, pueden ser severos y durar hasta semanas. En condiciones de severidad, las funciones ventiladoras pulmonares pueden verse afectadas y causar hasta la muerte.
El tratamiento va dirigido al manejo de los síntomas, como analgésicos para el dolor, antipiréticos para la fiebre, mucolíticos-espectorantes para la tos, antialérgicos, descongestionantes nasales, broncodilatadores, antibioticoterapia, esteroides y en ocasiones hasta la cirugía en los casos de sinusitis esta última con un importante porcentaje de fracaso al reaparecer el cuadro infeccioso en los senos de la cara, bien por recolonización y/o por resistencia bacteriana a los antibióticos comúnmente usados.
En la actualidad, se plantea una nueva alternativa terapéutica con el empleo del Programa Inmunoterapéutico en patologías infecciosas con la utilización de las AUTOVACUNAS, con las que se consiguen estimular al Sistema Inmunológico del individuo enfermero, para que genera una Respuesta Inmune específica contra el germen bacteriano infectante resistente a los antibióticos, consiguiéndose de esta manera mejorar el cuadro clínico infeccioso de las vías aéreas superiores y eliminando de esta forma uno de los factores principales involucrados en el desarrollo del Síndrome Sinobronquial.